El propósito de este ministerio es conectarnos con nuestra comunidad brindando cursos tecnológicos y compartiendo la Palabra de Dios. Hemos visto cómo Dios bendice tanto a los estudiantes como a los que dirigen el campamento al conmover los corazones de todos los que participan en el programa. Conozcamos al hermano Julián, un pastor en México. Recientemente inició dos campamentos en dos colonias diferentes, donde ha experimentado de primera mano cómo Dios está abriendo puertas para conectarse con su comunidad.
¡Buenas tardes, hermanos! Les quiero compartir un poco de lo que hemos hecho con el curso de programación. Ha sido una bonita experiencia poder aprender y enseñar este sencillo curso de programación. Abrimos dos grupos de niños y adolescentes. Un grupo consta de 6 alumnos y el otro grupo de 4 alumnos, tenemos los grupos en diferentes colonias. Me ha costado un poco porque no soy programador, pero estudiando antes de cada lección ayuda y ya lo estoy entendiendo. La hemos pasado muy bien con los niños, están encantados de aprender a programar de esta forma. Hay un adolescente que está en segundo semestre de secundaria y está aprendiendo programación, pero dice que esta muy feliz de que este curso sea muy fácil y le gusta mucho. Y nos ha permitido hablar con ellos, incluso hay una chica que nos ha estado compartiendo algunas situaciones que le han ido pasando en la vida y que sus padres no saben, éste tiempo de conversación se da cuando compartimos el tema de los valores.
Por otro lado, nos ha permitido tener apertura con más personas, de hecho, los papás de una niña nos invitaron un día a comer con ellos, comento lo de la invitación porque aquí no es común que te inviten a comer a menos que seas amigo o que te tengan mucha confianza. Hay algunos niños que llegaron y eran como muy tímidos, pero ahora comparten más sobre algunas situaciones que pasan en la familia.
Recientemente comenzamos dos campamentos tecnológicos: uno para niños y otro para adolescentes. Nuestro campamento para niños tiene seis estudiantes, mientras que nuestro campamento para adolescentes tiene cuatro. Como no soy programador, fue un desafío al principio, pero he podido impartir la clase con un poco de preparación. Lo hemos pasado muy bien con los alumnos, ¡y ellos han disfrutado del campamento! Un adolescente, que está en la secundaria y está aprendiendo programación, dice que este curso es muy fácil de aprender y ¡le gusta mucho!
Este campamento también nos ha permitido conocer mejor a los estudiantes. Durante nuestro tiempo en clase, cuando tenemos nuestras pláticas de valores, algunos niños han comenzado a compartir algunas de sus luchas personales. Estudiantes que al principio eran muy tímidos ahora están participando y compartiendo.
Incluso estamos conociendo a los padres. De hecho, los padres de uno de nuestros estudiantes nos invitaron recientemente a su casa a cenar. Esto no sucede regularmente a menos que seas un amigo o que confíen mucho en ti.
¡Es emocionante ver cómo Dios está trabajando de tantas maneras a través de este campamento tecnológico!
Hemos estado visitando una comunidad que se llama viborillas, hemos hecho eventos para los niños, y el 30 de abril hicimos un evento, e invitamos a las personas que nos acompañaron si querían tomar el curso de programación para sus hijos, y algunas madres de familia prometieron extender la invitación a otros niños y también buscar un lugar para realizar el curso. Ayer confirmaron que hay 14 niños y adolescentes interesados en hacer el curso y ya encontraron un lugar para realizar el curso. La semana que viene estaremos empezando con el curso en ese lugar de viborillas.
Te damos gracias por esta bendición que Dios te dio y que compartes con nosotros. Sin duda, será de gran bendición para estos lugares.
Sinceramente
Familia Martínez López
Sin duda, el Señor está obrando en cada uno de los Campamentos Tecnológicos y estamos felices de ver las oportunidades que Dios nos está dando a través de este hermoso ministerio.